Esto ocurrió un fin de semana que se presentaba perfecto; discotecas, alcohol, chicas...
Era viernes por la noche y mis padres no se encontraban en casa, ni lo estarían en todo el fin de semana.
Estaba viendo la televisión, y poco a poco estaba acabando con mi paciencia. Decidí cojer el teléfono y llamar a un amigo, o quizás un par. –Cuantos mas, mejor nos lo pasaremos-
Con la libertad de estar solo en casa, coji el teléfono y llame a un par de amigos, para invitarlos a pasar un fin de semana en mi casa.
Hice cinco o seis llamadas. –Tengo que decir que en dos de ellas marque un número erróneo-
Dos de mis mejores amigos aceptaron mi invitación y vinieron a mi casa. -Es una casa apartada de la ciudad-.
Picaron a la puerta. Decidí apagar la televisión, ya que me estaba aburriendo. Abrí la puerta y los recibí.
Pasamos todos tres juntos al comedor, y me di cuenta de que la televisión seguía encendida. Yo estaba seguro que la apague antes de recibir a mis colegas. –Aun así no le di mayor importancia-
Como jóvenes que somos, nos pusimos a ver la tele y beber como hacemos normalmente, aprovechando la ausencia de nuestros padres en casa. Nos lo estábamos pasando de lo mejor.
Risas, críticas a los programas que echaban por la tele etc...Pero de repente, escuchemos un fuerte golpe, venia de arriba.
Toni dijo que no era nada, que el viento probablemente habría abierto una ventana mal encajada.
Se hacia cada vez mas tarde, y nosotros continuábamos a lo nuestro, bebiendo, riéndonos y esas cosas.
Empezaron a retransmitir un programa de efectos paranormales, la hora es indicada para que los niños no la puedan ver. Empezaron haciendo un reportaje en un cementerio. Apaguemos la tele, ya que esos temas, no nos interesaban.
Porque lo quitáis, tenéis miedo o que? –Vaciló Ivan-.
Ivan era el típico estudiante, bien plantado, que se hacia el valiente cuando estaba entre amigos. Pero que todos sabían que cuando esta solo, es un rilado.
Volvimos a encender la tele, para demostrar al estupido de Ivan, que ese programa no nos afectaba ni la mas mínima. Namas volver a poner el canal, pudimos ver la imagen, una sombra en un cementerio. Suponíamos que era de un reportaje.
Porque no vamos nosotros a dar una vuelta al cementerio? –dijo Ivan, disimulando su miedo en un gesto muy atrevido-
Toni y yo al compás afirmamos esa pregunta. Cojimos ropa de abrigo, pues en una noche como esta, debíamos ir abrigados. También nos llevamos encima todo tipo de utensilios, móviles, linternas y como no una pequeña cámara digital.
Salimos de casa preparados para vivir una experiencia –brutal-. Me asseguré de cerrar la puerta con la llave.
Nos encaminamos al cementerio de nuestro municipio, no quedava muy lejos de mi casa.
Ivamos comentando nuestras cosas, Ivan iva entre Toni y yo –supongo que seria, para demostrarnos que es un valiente-.
Lleguemos a la puerta del cementerio. Havia una ligera brisa.
Intentemos abrir la puerta, y nos llevamos un susto. La puerta estaba oxidada, seguramente del tempo en que a estado inutilizada.
Con un terrible esfuerzo, conseguimos desplazar la puerta lo suficiente como para colarnos en el cementerio. Una vez dentro, encendimos nuestras linternas, y procuramos no hacer mucho ruido.
E tíos, no es bueno perturbar las almas de los difuntos –dijo Ivan en una voz apagada-
Toni y yo nos echemos a reír, y tratamos de calmarlo. Le convencimos de que no ariamos nada malo, y que no pasaría nada.
Caminábamos poco a poco, alumbrando con las linternas cada centímetro que íbamos avanzando. De repente, el viento empezó a soplar con fuerza, y como es de esperar, los ramos de flores depositados en los panteones de los difuntos, hacían un ruido de lo más espantoso.
La cosa se estaba poniendo fea, teníamos mucho miedo, para que negarlo?
Seguíamos avanzando, alumbrando todo lo que dejábamos atrás, mayormente tumbas.
De repente algo me agarro fuertemente, y no tarde en darme la vuelta –Afortunadamente era Toni-
Me susurro que vio algo brillante en medio de la oscuridad, y que sentía miedo dentro del cementerio. –Me lo dijo al oído, por tal de que Ivan no se asustase más-
Lo dejamos correr, pensamos que fue una imaginación producida por el pánico.
Pero poco después, sucedió lo mismo. Entonces no perdimos ni un momento y fuimos a donde afirmo ver algo brillante.
Lleguemos a un campo, de escasos metros, donde en medio havia una pequeña habitación con una tumba dentro. Teníamos mucho miedo, parecía una toma de película, pero desafortunadamente era real.
Volvimos a sentir un ruido dentro de esa misteriosa sala, Ivan no aguantaba más, si seguía de brazos cruzados contemplando el recinto, le podría dar un ataque al corazón. Cuando nos dimos cuenta Ivan ya havia entrado en el recinto.
Toni y yo no teníamos el valor que Ivan venció en una décima de segundo. Estábamos nerviosos, no nos dimos cuenta de que nuestro amigo entro allí adentro.
Empecemos a gritar-le, en cuanto saliera de allí nos iríamos, dejaríamos el cementerio y volveríamos a mi casa.
Pero Ivan no respondía, la angustia se aferró de Toni y de mi –no teníamos ni idea de que le pasaba a Ivan-
Volvimos a sentir un fuerte ruido que procedía de allí adentro. Le dije a Toni que me esperase, que le podía estar pasando algo a nuestro amigo, y que yo iva a entrar. Antes de entrar le advertí que no dejara de alumbrarme con la linterna.
Me decidí, comencé a caminar hacia la obertura de la pequeña habitación, la luz de la linterna me quitaba un poco el miedo, pero no todo. Estaba a unos escasos metros de la puerta, cuando vi una sombra en el suelo. Avise a Toni, yo sabia que algo malo le pasaba a mi amigo.
Entre decidido para buscar a Ivan –debía estar allí, porque entro y no lo vimos salir-
Una vez dentro, el corazón se me acelero al ver a Toni estirado boca arriba, tenia el móvil fuertemente sujeto entre sus manos. Se lo arrebate en un jesto de impotencia y salí corriendo, Toni no tubo que preguntarme nada, se hecho a correr detrás mío.
En la huida del cementerio, iba derramando lágrimas por mi amigo Ivan, en ese momento no me fije si estaba vivo o muerto, no atine a tomarle el pulso. Solamente le arrebate el móvil.
“Es culpa mía todo esto” pensé mientras iva corriendo.
La puerta estaba a unos escasos 100 metros de distancia, y Toni corría velozmente detrás mío.
La huida se nos estaba haciendo eterna, una vez delante de la puerta. Tuvimos que hacer un hábil gesto para esquivar la puerta, que anteriormente aviamos forzado para poder entrar.
Una vez fuera del cementerio, suponíamos que el peligro havia acabado. Pero no fue así, alguna cosa extraña (no pudimos ver concretamente que) nos perseguía. Toni y yo, no teníamos otra opción que ir corriendo hacia mi casa y intentar encerrarnos y dar parte a la policía.
Esa cosa extraña cada vez se nos acercaba mas, deje que Toni me pasara para asi tenerlo controlado. (no queria perder otro amigo, por mi culpa)
Faltaba poco para poder ver mi casa, para simplemente verla. Cuando ya la teníamos en nuestro campo de visión, esa cosa que nos perseguía, al parecer aumento de ritmo.
Si seguíamos a nuestro ritmo acabaría atrapándonos. Teníamos una larga recta delante nuestro, le grite a Toni y le lancé las llaves. –ya que el iva primero, ganaríamos unos segundos abriendo la puerta-.
Toni no tardo en abrirla, yo estaba a unos metros de el, me estaba gritando pero yo no podía oír nada, solo veía su dedo señalando detrás mío, y su boca en un gesto de miedo.
Me faltaban unos metros y estaría a salvo en mi casa con mi amigo. Hice un último esfuerzo y entre la puerta, que posteriormente fue cerrada con una velocidad brutal, por parte de Toni.
Echamos todos los pestillos posibles e incluso pusimos sofás en la puerta, para bloquear el paso de esa cosa extraña que teníamos detrás.
Nos caímos al suelo muertos de miedo, no nos salían las palabras. En un mar de dudas, la puerta sonó repeditamente. Un golpe detrás de otro. –no sabíamos que podía ser, pero no queríamos abrir-
Empezamos a hecharnos cada vez mas hacia detrás, hasta chocarnos con la pared de la entrada, no me acuerdo bien como pero empezamos a pedir perdón –no recuerdo porque-
Solamente pedíamos salir con vida de aquello…
Volvió a sonar la puerta, y al cavo de un rato oímos la voz de Ivan! Abridme por favor! –decía-
Era un momento de tensión, la puerta cada vez se movía mas, supuestamente Ivan la golpeaba con más fuerza.
Nos asomamos a la mirilla, y apreciamos a Ivan lleno de sangre, con la ropa destrozada. No dudamos ni un segundo en abrirle la puerta para curarlo y llevarlo a un hospital.
Desde esa noche, no hemos vuelto a venir a mi casa nunca más. Nos hemos cambiado de pueblo, y mi amigo Ivan esta ingresado en un psiquiátrico de Barcelona, donde lleva sin hablar desde el día en que le ocurrió aquel fatídico ataque en el cementerio.
No sabemos que le ocurrió, como no habla, nunca podremos saber que le paso.
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Un minuto después |
Un minuto después de medianoche golpearon ferozmente la puerta. Era la fecha indicada. No, no, no, imposible... Él estaba muerto y, sin embargo, había acudido a la cita... |
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Un minuto después de medianoche golpearon ferozmente la puerta.
Era la fecha indicada.
No, no, no, imposible...
Él estaba muerto y, sin embargo, había acudido a la cita...
Estaba muerto, sí, pero cumpliendo con su palabra, allí estaba, tras el umbral, con las ropas ajadas, partes de su rostro irreconocibles por la putrefacción, las cuencas de los ojos... ¡vacías!
Sin embargo, me miró... no sé como, pero lo hizo, y una voz gutural emergió de su desecha garganta:
-¡Vengo a por lo mío!
No sabría si conmocionarme por la noticia, o dejar que mi esfinter procediera por naturaleza, ante aquel horripilante ser que se hallaba ante mi puerta.
Lo peor llegó después: nada más pronunciar su frase... ¡la mandíbula se le desprendió y fue a parar a mis pies!
Y una olor nauseabunda se apoderó de la estancia, pero no provenía del cadáver. Mi esfinter, definitivamente, se había aflojado...
Paralizado por el miedo, observé como la mandíbula, en el suelo, se movía... ¡pequeños gusanos viscosos surgían de los huecos donde hubieron dientes, desplazándola!
Un minuto después de medianoche, aquel horripilante ser había acudido a la cita, cumpliendo con el compromiso que habíamos acordado en vida, antes de morir, atravesado accidentalmente por una de mis balas.
Definitivamente, el motivo de la cita ya no era lo importante, y guiado por una fuerza sobrenatural, aquel ser que antes había sido un hombre, cumplió con su venganza.
Así que me llevó con él, camino del infierno, una vez que mi corazón dejó de latir y mis ojos se volvieron vidriosos, paralizado por el terror más espantoso y definitivo.
Lloros y quejidos de Fantasmas |
Los FANTASMAS, desde que el hombre se considera como tal ha respetado a sus antepasados muertos, les ha llegado a rendir culto y a contactar con ellos para pedir consejo o ayuda. La mayoría de las tribus norteamericanas consideran sagrada la tierra de sus antepasados, la religión del antiguo Egipto estaba centrada en el tema de la muerte, incluso algunas culturas enterraban a sus parientes en la pared de su casa para que les resguardara. Muy pocas sociedades no realizan ceremonias funerarias, generalmente para mantener al fallecido contento en cualquier sentido, y evitar que no pueda llegar al otro mundo o que regrese. |
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Actualmente estamos algo más acostumbrados a escuchar historias sobre todo tipo de fenómenos paranormales, aunque aquellos que las viven no los terminan de olvidar. Hay manifestaciones de muchas clases, ya nadie creería en un fantasma ataviado con una sábana y unas cadenas. Estos suelen revelarse más por sus efectos secundarios que por una visión estremecedora. Los denominados poltergeist, por ejemplo, se caracterizan por su habilidad para irritar a los que los sufren, suelen manifestarse moviendo objetos, escondiéndolos, dejando caer cosas, volcándolas o, en casos extremos, haciéndolas flotar. Una manera de saber si un objeto ha sido manejado por un fantasma es que suele estar caliente. El doctor Hans Bender logró rodar casi un minuto de película de un efecto poltergeist real ocurrido en Alemania, donde se ven volar y desplazarse objetos. Otras entidades se manifiestan de maneras menos escandalosas, aunque no menos preocupantes, como en el caso de las caras de Belmez, en el que no se pudo hallar explicación a la aparición reiterada de dibujos de caras en el suelo y paredes. También son típicos los focos de frío o calor, o malos olores que aparecen sin una explicación racional y que desaparecen tan misteriosamente como llegaron, o incluso descargas eléctricas. Por supuesto también están las apariciones de personas o cosas, generalmente en fotografías o vídeos, así como las psicofonías, en las que el/los entes se revelan "en diferido". Los mensajes suelen ser ruidos humanos (lloros, quejidos...), o una frase que se repite, aunque no faltan los mensajes dirigidos al investigador (desde consejos hasta amenazas), por eso más que aconsejar se prohibe a personas que no estén psicológicamente preparadas que realicen este tipo de prácticas. Mediante cámaras de vídeo también se han captado entidades, incluso a veces con sonido si se combina con una grabadora, ya sea en tomas realizadas por casualidad o en circuitos cerrados de televisión (enfocando la cámara a la televisión en la que se emite lo que se grava), en los que en apenas unos fotogramas entre la estática se han descubierto imágenes fijas o en movimiento de seres fallecidos. De esta manera se captó un mensaje de Constantin Raudive, padre de las psicofonías; con el vídeo se captó su imagen, y con la grabadora el siguiente mensaje: "Un sustrato inmaterial, cualquiera que sea el nombre que le deis, principio, alma o espíritu, es una parcela de eternidad, escapa a la destrucción... (ruidos). desgraciadamente hoy la gente tiene miedo a morir, pero la muerte no es temible. La enfermedad es temible. Y lo que precede a la muerte. La muerte desemboca en una eternidad radiante, es una liberación que pone fin a nuestras tragedias" Si lo que desea es encontrarse con un fenómeno paranormal del tipo manifestación, debe saber que los mejores sitios son los lugares antiguos como casas viejas, teatros o cementerios, teniendo siempre en cuenta el carácter privado de estos lugares y el respeto que se merecen. La mejor hora para recoger este tipo de experiencias son las primeras de la mañana (las 8 o las 9) en las que seremos menos propensos a dejarnos llevar por la imaginación y los ruidos naturales (crujidos o dilataciones de las estructuras, animales nocturnos...) Si se ve algo por el rabillo del ojo se debe evitar girarse para mirarlo directamente, ya que entonces dejaremos de verlo. Por ello debemos usar la visión periférica, dejar que el objeto se introduzca en nuestro campo de visión. Siempre es aconsejable ir acompañado, y bien equipado. Se debe llevar una cámara con luz ténue o película infrarroja si deseamos tener pruebas. Lo mejor es usar una cámara de vídeo, ya que así evitamos que una mancha en el revelado nos dé que pensar, también evitaremos así enfocarlos directamente (usando la visión periférica con la cámara). También se debe llevar un termómetro digital para registrar los cambios inusuales de temperatura. Los profesionales, entre otras cosas, disponen de un detector electromagnético que capta señales de energía no producidas por aparatos corrientes (electrodomésticos, etc.) Uno de los casos más recientes de fantasmas aparecidos en vídeo es el que aparece en la película "Tres hombres y un bebé", que no fueron hechos públicos hasta meses después de que apareciera en vídeo. Se dice que la casa en la que se rodó, un niño había sido asesinado con una escopeta. En la primera imagen se ve en la ventana, del fondo una escopeta que por supuesto no estaba allí. En la segunda y tercera, también al fondo en la misma ventana, y mientras los actores realizan su trabajo en una escena de unos 20 segundos, la escopeta ha desaparecido y ahora por la ventana se asoma un niño que desde luego tampoco estaba allí. Así pues, parece ser que los fantasmas existen. Hay quienes los han visto y quienes los han sufrido, y otros que no se creen ni lo uno ni lo otro. |
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